Creo que nadie duda que vivimos una nueva revolución industrial, más que eso una revolución constante.
La aparición de equipos mecánicos propulsados por vapor dio paso a la primera revolución industrial desde finales del siglo XVIII hasta las primeras décadas del XIX.
En la segunda, principios como la producción en serie o la división del trabajo, la aparición de la electricidad, la radio, la revolución en la química con aplicaciones industriales y la industria automovilística cambiaron de nuevo el mundo de aquel siglo XIX y sentaron las bases del siglo XX.
Desde 1960 con la aparición de los primeros ordenadores, la industria se transformó. Máquinas programadas por los seres humanos, aplican procesos lógicos a la producción de bienes y servicios y con el desarrollo de la red de redes que hoy todos utilizamos, el mundo está conectado como nunca antes el ser humano soñó. Sin casi darnos cuenta hemos vivido, la tercera revolución industrial, estamos inmersos en una cuarta, la robotización mezclada con el nuevo internet.
Y creo que no nos damos cuenta, que probablemente se va a dar por primera vez en la historia, el hecho de que una generación viva, no dos, sino hasta tres revoluciones seguidas. En paralelo, estamos inmersos en la V revolución. La del componente humano.
Hay grandes empresas, con ánimo de lucro que crean servicios, con gran valor social. Utilizamos buscadores gratuitos que se han convertido en una herramienta indispensable en nuestros días.Pasamos de una economía ineficiente, con gran consumo de recursos a otro modelo donde la ecología y la sostenibilidad toman protagonismo.Todo se informatiza y la información es la nueva moneda de cambio.
¿De la economía canibal a la economía humana?
Empresas versátiles pero cada vez más concentradas nos hacen pensar en un futuro donde grandes corporaciones controlen nuestras vidas, como si de un gran hermano se tratara. Cuando uno piensa en el desarrollo del “Big Data” quizás lo primero que venga a la cabeza sea un “Big Brother”.
El cambio empieza a afectar a las estructuras de las empresas tal y como las conocíamos. Tenemos multinacionales con un valor bursátil inimaginable, que a diferencia de las antiguas estructuras no posee en propiedad ninguno de los activos y gastos necesarios para generar valor, salvo la información. La economía colaborativa por ejemplo ha “ejecutado” al concepto que teníamos asimilado de cliente y proveedor.
Toda acción provoca una reacción igual y en sentido contrario.
Todas las empresas y organizaciones tienen un carácter lucrativo, que se puede repartir de manera privada y/o social. Pero no hay ninguna organización que no pretenda maximizar sus recursos.
A su vez todas las organizaciones crean un valor social, tanto por su servicio (buscador gratuito y plataforma de servicios digitales de calidad, luz, agua …) como por su interacción con el medio físico. (Medioambiental y humano).
En definitiva estamos en un trampolín y jugamos al equilibrio. Si los nuevos modelos de organización restan peso al componente medioambiental y humano, probablemente acaben en el suelo.
Controles o no la información, lo realmente importante es la posición que se adopte frente a un consumidor cada vez más informado y cada vez más responsable.
Esta quizá sea la V revolución.
Si el presente tiende a la concentración, el futuro por estas razones puede apuntar a la búsqueda por parte de las empresas de soluciones locales que aporten valor global.
En toda marcha, pueden quedar rezagados. Y ese compromiso humano por parte de las organizaciones debe ir acompañado de medidas que garanticen que los que no puedan seguir la marcha, tengan los medios para evitar su exclusión social.
Grandes empresas buscarán la colaboración con pequeñas iniciativas que cuenten con un gran componente humano, con servicios y productos que no sólo aporten valor al consumidor sino a toda la sociedad y esa es la clave para pensar que el futuro que nos espera, el nuestro. El futuro del ser humano.
Artículo publicado en base a la conferencia de Carlos Barrabés en el foro de internacionalización de las empresas de economía social. Organizado por la Cámara de Comercio de Murcia, Amusal, Ucomur , CEPES, Confesal y la colaboración del Ministerio de Empleo y Seguridad Social